agosto 13, 2009

Acero



El Acero como un elemento natural no existe es producto de una aleación del hierro y el Carbono en diversidad de porcentajes. El acero es entonces, una aleación de Hierro y Carbono, donde el carbono no supera el 2,1% en peso de la composición de la aleación, alcanzando normalmente porcentajes entre el 0,2% y el 0,3%. Una de las principales ventajas del hacer al carbono, como se le conoce, es su facilidad para poderse forjar, es decir, que se les puede dar forma golpeándolo sin que se quiebre. Porcentajes mayores que el 2,0% de carbono dan lugar a las fundiciones, éstas son aleaciones que al ser quebradizas y no poderse forjar - a diferencia de los aceros- se moldean con el proceso de fundición.

La definición anterior, sin embargo, se circunscribe a los aceros al carbono en los que éste último es el único aleante o los demás presentes lo están en cantidades muy pequeñas pues de hecho existen multitud de tipos de acero con composiciones muy diversas que reciben denominaciones específicas en virtud ya sea de los elementos que predominan en su composición (aceros al silicio), de su susceptibilidad a ciertos tratamientos (aceros de cementación), de alguna característica potenciada (aceros inoxidable), incluso en función de su uso (aceros estructurales). Usualmente estas aleaciones de hierro se engloban bajo la denominación genérica de aceros especiales.

Por la variedad ya apuntada y por su disponibilidad —sus dos elementos primordiales abundan en la naturaleza facilitando su producción en cantidades industriales — los aceros son las aleaciones más utilizadas en la construcción de maquinaria, herramientas, edificios, muebles, utensilios, etc. habiendo contribuido al alto nivel de desarrollo tecnológico de nuestra sociedad. El acero es indispensable debido a su bajo precio y dureza.